La imagen ejecutiva es un activo en las empresas
La imagen ejecutiva es un tema de gran importancia para las empresas en México y en todo el mundo.
En mi experiencia, como directivo y consultor, a lo largo de los años he concluido que los grandes corporativos en México definen la imagen ejecutiva como; La percepción que se tiene de un ejecutivo por su habilidad para comunicarse, por su comportamiento profesional y por el manejo de los elementos de la apariencia física.
La imagen ejecutiva es el complemento perfecto para un líder cuando este ha desarrollado las habilidades de liderazgo que son importantes en su contexto profesional.
Podemos crear controversia y discutir sobre, qué es más importante que un líder desarrolle; ¿Las habilidades que le permiten interactuar y dirigir a otros? o ¿las conductas ejecutivas que le dan seguridad, autoconfianza y que le permiten influir en los demás?
Cuando hablamos de habilidades de liderazgo, podemos segmentarlas por nivel organizacional, por ejemplo, un supervisor, jefe de área, necesita habilidades interpersonales que lo hagan eficiente en su rol de dirigir. Un gerente o director necesita otro tipo de habilidades, adhoc a su nivel y responsabilidades, e inclusive, congruentes con el nivel de personas que le toca guiar. Y cuando hablamos de un máximo líder, sea director general, presidente, CEO, etc, claramente notaremos que las habilidades que necesita son muy distintas a los niveles anteriores. Una persona que se encuentra dirigiendo desde la cima se desempeña en un entorno muy amplio. Sus grupos de influencia son; el grupo de colaboradores y directivos, el comité ejecutivo, la asamblea de socios, clientes, proveedores, asociaciones, etc. Razón por la que se comprende que, las habilidades de liderazgo que en este nivel se necesitan, son de otro orden.
Sin embargo, las conductas ejecutivas que complementan al líder son necesarias en cualquiera de los niveles jerárquicos antes descritos.
Como decía antes, la Imagen Ejecutiva supone haber desarrollado ciertas conductas que, en su conjunto, revisten al líder como ejecutivo. A mencionar;
Una sólida habilidad discursiva, es decir, saberse comunicar, pero también saber usar las herramientas de la voz, una dicción y pronunciación correctas.
Un excelente manejo de la expresión corporal; Saber comunicar los mensajes que desea transmitir a sus grupos de interés a través de la corporalidad, la postura física, los gestos, ademanes, mirada, etc.
Hacer un buen uso de los elementos de la apariencia física. Es decir, saber usar los códigos de vestimenta profesionales en el lugar y contexto adecuados, interpretar y comunicar por medio de los signos y símbolos contenidos en la apariencia, prendas, accesorios, aliño, etc.
Y por último, conocer las reglas de comportamiento en el ámbito profesional y de negocios que respeten los protocolos de actuación en el desempeño profesional, social y en la vida cotidiana.
Los tiempos en el contexto corporativo, han evolucionado, y con respecto a la atracción de talento, la tendencia actual entre las empresas más sobresalientes y exitosas es contratar personas con un alto potencial y talento ejecutivo. Y el dominio de las funciones del puesto está pasando a segundo plano de importancia. ¿Por qué? …. Porque una persona con un perfil sólido como líder, que ha desarrollado las habilidades que hoy son importantes, y con un dominio sólido de las conductas que le dan seguridad, autoconfianza y poder de influencia, es altamente capaz de desempeñarse en cualquier rol, por desconocido que sea, y para la organización, es un elemento altamente rentable.
Las organizaciones más distinguidas, y que públicamente son reconocidas por su alta productividad, se reconocen por dos variables:
La primera, tiene que ver con su cultura. Las conductas observables en sus equipos de colaboradores y directivos que son siempre congruentes y alineadas con sus planes de negocio. Generalmente tienen una cultura que apoya la productividad, insisto, apegándose a sus intereses y objetivos organizacionales, como, crecimiento, estabilización, nuevos productos, fortalecimiento, etc.
La segunda variable que las distingue, son sus colaboradores. Con independencia del tipo de cultura que tienen, los equipos de colaboradores generalmente son reconocidos en sus respectivas industrias como personas de alto valor. Y ese alto valor se los da el nivel de productividad generado por su liderazgo y por sus conductas ejecutivas. Generalmente, hablamos de personas reconocidas, que, con seguridad y autoconfianza, los vemos desempeñándose con una gran habilidad de comunicación en conferencias, exposiciones, ponencias. Se reconocen por su excelente comportamiento profesional y porque saben hacer uso de los signos, símbolos y elementos de una buena apariencia física.
Con estos fundamentos, es que aseguramos que la Imagen Ejecutiva es un Activo Importante para las organizaciones. Con independencia de la percepción que de sus líderes se tenga, también son un reflejo de la imagen que, a través de ellos, se tiene de la organización, se convierten en un activo que es parte su marca personal. De su prestigio. De su reputación…
